Agrointeligencia

La pandemia mundial será un punto de inflexión para el sector agro, que aunque no ha parado ni un minuto, necesita mantener la máxima confianza del consumidor.

Entrevistamos a Jose Luis Molina, presidente de Hispatec, casa de Agrointeligencia, sobre cómo se prepara una empresa tecnológica que da soporte y soluciones a la Agricultura para una crisis de estas características.

¿Cómo está afrontando una empresa tecnológica como vosotros esta Pandemia?

Desde un punto de vista operativo, ya el martes 10 de marzo cerramos nuestras oficinas de Madrid para pasar a trabajar el 100% de nuestros profesionales en teletrabajo. El viernes 13 de marzo hicimos lo propio en nuestras oficinas de Almería, y el lunes 16 de marzo en nuestras oficinas de Querétaro (México), Lima (Perú) y Santiago (Chile). También antes del 13 de marzo repatriamos a todos los profesionales de Hispatec que estaban fuera de sus domicilios, en lugares como Polonia, Marruecos, Perú, Chile o Alemania.

Afortunadamente, contamos con la infraestructura, medios, herramientas, metodología y preparación de nuestros profesionales, como para poder seguir teletrabajando y dando servicio a nuestros clientes.

Todo está funcionando bastante bien. La actitud de los profesionales de Hispatec y su reacción ante una situación tan adversa, ha sido ejemplar.

Como es lógico, nos debemos a nuestros clientes, las empresas y cooperativas del sector agro, así como sus técnicos agrícolas y agricultores. Estamos totalmente enfocados en ayudar a nuestros clientes a que todo funcione lo mejor posible, en una situación inédita y compleja. El sector agro no se ha parado ni un minuto, sigue suministrando alimentos de  máxima calidad para toda España, para el resto de Europa o para América y Asia. Y sigue plantando, sembrando o cultivando los  frutas y hortalizas que consumiremos dentro de unos meses o dentro de años. Debemos ayudarles, apoyarles al máximo. No pueden fallar y deben sentir que no están solos.

“Los poderes públicos tienen mucho que aprender de un contexto como éste, ha quedado patente que sigue habiendo demasiados trámites y gestiones presenciales que se podrían sustituir por otros mucho más ágiles con el uso de tecnología”

 

¿Cuáles son las medidas que estáis tomando ante la situación?

En primer lugar, cumplir las instrucciones de nuestras autoridades sanitarias, tratando de evitar a toda costa ningún tipo de actuación que requiera el desplazamiento de nuestros profesionales o de los empleados de nuestros clientes. Ello implica usar al máximo las herramientas de trabajo remoto. Se trata de colaborar con el conjunto de la sociedad para que, entre todos, seamos capaces de doblegar a la pandemia.

Por otra parte, estamos en comunicación permanente con todos nuestros clientes, para tratar de apoyarles en todo aquello que necesiten desde un punto de vista tecnológico. Siguiendo muy de cerca los acontecimientos, y la evolución del mercado, para poder adaptarnos.

Continuamos los proyectos que estaban en marcha, sin que nadie se pare, buscando minimizar el impacto de esta situación y trabajando duro para estar mejor preparados para el momento en que regrese la normalidad.

En cuanto a nuestros profesionales, en Grupo Hispatec nos tomamos en serio esta situación, con todos los retos que supone. Estamos haciendo un esfuerzo importante de comunicación continua, animación y seguimiento permanente, tratando de minimizar el impacto de la falta de coincidencia física de los equipos en un espacio común.

 

¿Cómo se verá afectado el sector agroalimentario?

El sector agroalimentario es básico, es imprescindible, y por tanto debe seguir trabajando, incluso con más intensidad ahora. Este shock está sirviendo para acercar al sector agrario y la industria transformadora / comercializadora, con los consumidores urbanos. El sector está respondiendo a varios niveles. Tras esta crisis, se va a valorar más la fiabilidad de los suministros, la calidad y la trazabilidad de los productos, la capacidad de respuesta de los productores y comercializadores.

Las soluciones digitales de gestión integrada de la cadena, desde la semilla hasta el consumidor, van a ser más importantes en el mundo post-COVID19. Entre otras cosas, porque todo lo digital va a experimentar un gran empuje y porque se requiere un mejor control de los procesos.

También, como una derivada de esta crisis, va a ganar mucho espacio la analítica de datos aplicada a la agroalimentación en múltiples ámbitos.

Estamos viendo todos los días cómo nos inundan con datos, en general de calidad no contrastada, y cómo las autoridades de varios países, entre ellos España, se han visto completamente superadas por los acontecimientos. Entre otros motivos, por tener unos datos poco fiables, que además, o no se están analizando o no se está haciendo convenientemente. Esta situación se puede gestionar mejor, con datos de más calidad y análisis más precisos.

Por otro lado, y como consecuencia de las medidas de confinamiento derivadas del COVID19, la economía a nivel mundial, también en Europa y España, va a sufrir una recesión, lo cual temporalmente afectará a la demanda; si bien la recuperación es esperable que sea más rápida que en otras crisis.

Por otra parte, seguirá y probablemente se reforzará la tendencia de crecimiento de la alimentación saludable en un entorno en el que cada vez estamos más preocupados por nuestra salud.

 

¿Cuál es el mensaje que se puede transmitir en estos momentos?

El primer mensaje es de cumplimiento del confinamiento hasta que marquen las autoridades. Confianza en el sector agro, que sigue trabajando, nada se ha parado. En cuanto a Grupo Hispatec, seguimos trabajando al 100%, siempre apoyando al sector, aunque en un contexto distinto y con trabajo en remoto.

Mucho ánimo a todos y confianza plena en el futuro. Esta crisis a corto plazo nos produce muchos daños, es dolorosa en términos de infectados, hospitalizados y fallecidos. Es triste, pero como sociedad nos va a modernizar las mentes, nos va a hacer más maduros, más conscientes de los riesgos globales y nos va a ayudar a digitalizarnos por la vía rápida, convirtiendo en virtuales todos los procesos en los cuales sólo se intercambie información.

Los poderes públicos y sus administraciones tienen mucho que aprender de un contexto como éste, pues ha quedado patente que sigue habiendo demasiados trámites y gestiones presenciales que se podrían sustituir por otros mucho más ágiles con el uso de tecnología.